Esta mañana me fui al mercado más temprano que de costumbre, encontré un buen pescado y me apeteció urta pero como no había compré una fresca dorada que luego hice a la roteña y modestia a parte, me salió de lujo.
Ya me apetecía comer pescado fresco, se diga lo que se diga como lo fresco no hay nada, por muy bien congelado que esté en alta mar.
A Maru le encantó y me lo celebró mucho, es un poco entretenido pero merece la pena hacerlo con todo mimo, porque el bocado es delicioso después.
Mañana haré paella, espero que al menos me salga como la última, las paellas nunca salen iguales, así que espero que mañana me vaya bien con ella.
Siempre fui buena cocinera lo que pasa es que ultimamente no guisaba apenas y claro, la costumbre se pierde y la practica también, pero ya está volviendo ...
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