Está la policía aporreando la puerta de mi vecina porque los vecinos de abajo han denunciado la música a toda voz desde esta mañana desde las nueve sin parar y ya no se podía aguantar.
Mis vecinos son un matrimonio muy mayor y enfermos que tienen un hijo adicto a las drogas y el alcohol, que aunque no está de fijo viviendo con ellos viene cuando le parece y se queda según le venga en gana.
Es un auténtico peligro y su aspecto ya da miedo, la policía casi les tira la puerta abajo y nos hemos asomado los demás vecino, yo he llamado a uno de ellos para decirle que se interese por sus padres a los que hace unos días no veo.
Después de un rato hablando con el en la puerta se fueron y en seguida tuvieron que regresar porque los portazos y las voces intimidando a los vecinos así lo requirieron, pero ahora que se han ido de nuevo, los portazos siguen a ratos a ver que pasa y que noche nos espera por Dios...
