Después de lo que yo tengo encima con la pérdida de mi hermana,como le infundo ánimos a mi tía con la grave enfermedad y sin cura tampoco de su marido??, no puedo dar lo que no tengo y ánimos precisamente, me faltan bastante.
Hablo con ellos muy a menudo, con mi tía más y bien sabe Dios, que no tengo ganas de hablar ni de ver ni estar con nadie, agradezco a la Providencia tener trabajo en estos momentos, pero también es una pena que haya llegado con una pena tan grande de por medio, que me quita las ganas de todo...
Me hubiese gustado que al menos mi hermana se hubiese ido de este mundo sabiéndo que trabajaba y no con la preocupación de dejarme parada, al menos esa tranquilidad, merecía llevársela con ella.
Se llevó también el disgusto de la enfermedad de mi tío, ella lo quería mucho y preguntaba bien a menudo por el sabiéndo el final que le esperaba más tarde que pronto con la clase de cáncer que padece.
A mi tío le diagnosticaron la enfermedad cuando ella comenzaba a notarse la flojera en las piernas y pensaba, como todos en unas simples agujetas, jamás pudimos pensar que ella sería antes y de una enfermedad tan bestial.
Ahora es mi tía quién le pide a ella que ayude a su marido, pero yo se muy bien, que el reloj de su vida ha iniciado su cuenta atrás y si llega a final de año...serán sus últimas Navidades.
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