domingo, 5 de junio de 2016

A MIS AMIGOS MARI Y MANOLO


Me sentí avasallada
incomprendida, humillada,
con impotencia tan grande...
que mis ojos se cargaban.

Lloré tendida en la cama
con mucha pena de veras,
quería tumbarme en la luna...
y estar de los que me aman cerca.

Pero ayer mi Amigo, Dios
dos ángeles me enviaba,
estuvieron junto a mi...
entrada la madrugada.

Su interés y su cariño
para que me sosegara,
su comprensión de verdad...
más lágrimas me arrancaban.

Pasé unos momentos malos
dolor en el pecho y espalda,
todos callamos pensando...
que un infarto a mi me daba.

Tuve miedo por mi vida
porque ni  el aire me entraba,
pensé en mi hija y mi nieta...
si es que algo me pasaba.

Pero mis dos ángeles atentos
con conversación amena,
hicieron que poco a poco...
casi bien yo me sintiera.

Desde aquí yo os agradezco
Mari y Manolo, a los dos,
tantas horas dispensadas...
que aliviaron mi dolor.

Sois Grandes como personas
con inmensos corazones,
que Dios os lo pague siempre...
y os llene de Bendiciones.

 Gracias.  
Laura