La noche ha sido muy larga casi no he dormido nada, debo ser fuerte de nuevo... se ciernen horas amargas. Para mi y para todos serán jornadas muy duras, la impotencia y su presencia... para quien se va sin duda. No podemos hacer nada solo estar y acompañarlos, demostrar nuestro cariño... y en todo mucho apoyarlos. Parece tarea fácil pero es muy complicado, no hay palabras de consuelo... para un corazón destrozado. Esta noche lo soñé y del Cielo lo llamaban, el les decía que no... muy corto plazo le daban. Octubre se presentaba como un mes duro y amargo, yo no se que pasará... desde hoy hasta "los santos".
Es tremendo el deterioro que vemos en la persona, cuando pierde la salud... y la muerte en ella asoma. Cuando apenas queda nada de la persona que fue, cuando te empeñas en algo... que sabes que no puede ser. Cuando el reloj del final inicia marcha distinta, cuando el corazón lo mira... y a ti te asusta su ida. Porque consciente del fin tu no quieres aceptarlo, porque mueves cielo y tierra... para aún poder curarlo. Pero hay que detenerse cuando Dios está llamando, uno siempre va a Su encuentro... y aquí solo queda aceptarlo. Sombrea con capa negra la muerte guadaña en mano, sintiéndose ya un gran dolor... por saber que va a dejarnos.