Los playeros días van despidiéndose poco a poco de este verano que ya casi toca a su término.
Yo lo agradezco porque este ha sido un verano infernal para todos y con lo que a mi me afecta el calor lo he pasado más que mal, para que no me faltara de nada, inclusive agosto me ha dejado uno de los peores ratos en mi vida para no olvidar jamás.
Ahora corre fresco, espero que siga así al menos hasta que yo vuelva de la compra...
A medio día haré paella, a ver que me encuentro en el mercado para hacerla. Siempre pensé que jamás me gustaría otro arroz que no fuera el de mi madre, tenía una mano única para ello, pero por sorpresa para mi, he conseguido hacerlo igual al suyo y la verdad es que me acuerdo mucho de mis padres cuando lo hago. Ayer con la rosada a la roteña también los recordé a los dos, les encantaba ese plato y a mi también, pocas veces que hemos ido los tres a Tarifa, al Mesón Sancho donde es su especialidad la Urta a la Roteña, ummm, que buena...
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