Cuando una piensa que ya casi nada podría sorprenderte, la vida se empeña en demostrarte que te equivocas y mucho, que puede hacerlo cada día si quisiera a lo largo de lo que vivas, menos mal que la mayoría de las veces lo hace para bueno...
Cuando las cosas no son como pensábamos o creíamos más que cualquier otra cosa, lo primero que hacen es sorprendernos, muchas veces gratamente y cuando no lo son tanto, hay que admitir que la enseñanza que dejan es...sublime.
Todo cabe en el camino a la Sabiduría, por ello bienvenido sea lo bueno como lo regular y no hablaremos de malo, porque las cosas pueden tornarse mas o menos trabajosas, pero malas nunca cuando tienes a tu lado a Dios y la confianza de que será Él y solo Él, quien libre tus batallas por ti.
Con esta confianza plena, volveré a dormir esta noche con mi conciencia tan tranquila como siempre, no se si habrá much@s que puedan decir lo mismo...
